4.697 personas fallecieron por COVID confirmado o sospechoso en Castilla y León entre marzo y mayo

El INE establece una tasa bruta de 125,1 muertes por coronavirus identificado por cada 100.000 habitantes, la tercera más alta del país

Un total de 4.697 personas falleció por COVID confirmado o sospechoso en Castilla y León entre marzo y mayo, según el avance estadístico de defunciones de los cinco primeros meses, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De ellas, 2.995 perdieron la vida con coronavirus identificado y el resto, 1.702, con sospechas. Esto supone que casi una de cada tres personas entre enero y mayo falleció por coronavirus, de un total de 17.130 muertes registradas en la Comunidad en el periodo de estudio, si bien el COVID solo se contabiliza a partir de marzo. Además, la mortalidad creció un 32,8 por ciento en el periodo de estudio en relación a 2019, con 4.238 defunciones más, precisamente a causa de la pandemia.

Con estas cifra, las tasas brutas más elevadas de fallecidos por COVID-19 virus identificado por cada 100.000 habitantes durante los meses de marzo a mayo de 2020 correspondieron a Castilla-La Mancha (160,8), Madrid (150,6) y Castilla y León (125,1), la tercera más alta del país. Por su parte, las menores tasas brutas de fallecimientos por esta causa se dieron en las ciudades autónomas de Melilla (2,3) y Ceuta (6) y en Canarias (7,5). Si se observa la tasa bruta de aquellos que perecieron con sospechas de COVID, en la Comunidad alcanza el 71,1 por cada 100.000 personas, solo por debajo de la autonomía manchega (78,7).

Así, de las 2.995 personas que perecieron entre marzo y mayo con COVID confirmado, 1.621 eran hombres y 1.341, mujeres; entre los que lo hicieron con sospechas de esta infección, la estadística se da la vuelta, 745 varones frente a 957 féminas. Con estos datos, el COVID, tanto si se contabiliza únicamente los que cuentan con la enfermedad identificada como si se computan los dudosos, es la dolencia que ha causada más muertes en los cinco primeros meses de 2020 (a pesar de contabilizar fallecidos a partir de marzo).

Las enfermedades isquémicas del corazón, con 852 pérdidas humanas en la Comunidad, las cerebrovasculares, con 724; y las insuficiencias cardíacas, con 591, se sitúan a continuación, cuando otros años eran las dolencias que encabezaban las tasas de mortalidad. Por encima de medio millar se encuentran también la demencia (566) y el cáncer de bronquios y pulmón (558).

Así, los fallecidos por COVID comenzaron a contabilizarse de forma oficial a partir del tercer mes del año. En marzo murieron por este coronavirus 904 personas, a los que se suman otras 513 con síntomatología sospechosa; si bien fue en abril cuando llegó el pico de la pandemia en España y en Castilla y León, donde se contabilizaron 1.766 muertes con el virus identificado y 1.096 con sospechas. En mayo, según el INE, lo hicieron 325 y 153.

Es decir, según la estadística de defunciones, entre enero y mayo fallecieron en la Comunidad, en total, 17.130 personas, con lo que 12.433 lo hicieron por causas ajenas al COVID. Sólo entre el tercer y el quinto mes perdieron la vida en Castilla y León 11.881 como consecuencia de todo de enfermedades y accidentes.

Tragedia en las residencias

Además, por el lugar de defunción, 2.573 de las víctimas (tanto las que contaban con la confirmación de la infección como su sospecha) lo hicieron en centros hospitalarios, el 54,7 por ciento del total de aquellas que perdieron la vida por coronavirus. Otras 1.717 fallecieron en espacios sociosanitarios, el 36,5 por ciento, mientras que 300 murieron en sus propios domicilios.

En comparación con los primeros cinco meses de 2019, esto supone que el número de muertes en hospitales se incrementó en la Comunidad en 1.269 personas a causa del COVID, un 17,7 por ciento más; en residencias, la mortalidad se incrementó en 2.158 pérdidas, un 83,8 por ciento; y 775 más en casas particulares, un 29,5 por ciento de incremento.

Por edades, la estadística confirma el mayor porcentaje de mortalidad entre los mayores. Así, el INE señala que entre los que contaban con COVID identificado, 2.231 tenían más de 80 años, 310 entre 75 y 79; 205 entre 70 y 74 y un total de 249 personas murió con menos de 69 años. Igualmente, entre los que fallecieron con sospechas de padecer la enfermedad, 1.431 correspondían a mayores de 80 años, 119 entre 75 y 79, 65 entre 70 y 74 y 87, por debajo de 69 años.

Salamanca y León, las más golpeadas

Por provincias, Salamanca y León son las más golpeadas en la primera ola, etapa que concuerda con el periodo de estudio del INE. Así, la primera registró en total 881 muertes, de las que 569 contaban con COVID confirmado y 312 con síntomas sospechosos; mientras que la segunda, sumó 831 casos, con 509 identificados con la infección y 322 con dudas.

Por detrás, Valladolid, con 775 defunciones por coronavirus (559 con COVID y 216 con sospechas); Segovia, con 653 (361 y 292); Burgos, con un total de 453 muertes (303 con la enfermedad identificada y 150 con síntomas); Ávila, con 381 (229 y 152); Soria, con 303 muertes (220 con COVID y 83 con sospechas); Zamora, con 223 (139 y 84); y cierra la lista Palencia, con 197 pérdidas humanas, de las que 106 se ha confirmado con COVID y 91 con sintomatología similar.

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