El futuro de Astorga… el Plan de nunca acabar

El Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de Astorga data del año 1985 y, obviamente, ya va siendo hora de cambiarlo. Esta ardua labor está en manos de Cotesa y de los técnicos municipales que deben sentar las bases del desarrollo futuro de la ciudad pero respetando su esencia.
La integración de los barrios es uno de los objetivos del PGOU

Poco a poco y con cuentagotas se van conociendo las líneas que marcarán el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad de Astorga. Reuniones, borradores, falta de consenso y sobre todo muchas horas de trabajo y estudio con el fin de que la ciudad pueda contar con un nuevo Plan, ya que el actual data del año 1985. Pero Astorga es todo un reto desde el punto de vista urbanístico fundamentalmente por su amplio patrimonio a lo que se suman los ríos Jerga y Tuerto, los barrios y las pedanías y el Polígono Industrial.

Todo ello hace que la empresa adjudicataria del PGOU, Cotesa, se enfrente a un importante desafío ya que tiene que conseguir establecer una normativa que siente las bases del desarrollo futuro de la ciudad, revitalizando el casto histórico y adecuando su crecimiento a las expectativas reales tanto demográficas como económicas. Y todo ello, siguiendo las pautas de la legislación estatal y autonómica vigente que ha dejado atrás los modelos macrourbanísticos con los que todo era posible y cualquier crecimiento era viable.

Cotesa será la encargada de regular el crecimiento en los barrios y la consolidación del centro histórico y comercial de la ciudad, haciendo que sea lo más armónica posible y “cerrando” los huecos que tiene a su alrededor. Este documento, por tanto, tiene que ser la herramienta eficiente para que el Ayuntamiento pueda ejercer el control urbanístico adecuado a su patrimonio cultural y que permita controlar crecimientos acordes a su territorio.

Pero el urbanismo es algo muy complejo y que debe estudiarse con detenimiento ya que de este Plan depende el futuro de la ciudad. Esto explica que el proceso de elaboración del PGOU se esté demorando tanto no sólo por su complejidad sino en ocasiones por la falta de acuerdo municipal. En febrero de 2012 se celebró la primera reunión de la comisión de seguimiento del Plan a la que acudieron representantes de todos los sectores de Astorga y que estableció reunirse todos los primeros miércoles de cada mes.

En septiembre de 2012, la alcaldesa de Astorga, Victorina Alonso, celebró una macro reunión con Cotesa a la que también acudieron las asociaciones vecinales, Asemac y la Cámara de Comercio, aunque no el PP y el PAL. En este encuentro, se anunció que en la segunda quincena de octubre se expondría el “armazón” del Plan para que los ciudadanos pudieran conocerlo y hacer sus aportaciones.

A lo largo de todos estos meses se han producido diversas reuniones, plantones de la oposición, jornadas abiertas a la población y las principales instituciones de la ciudad y hasta la puesta en entredicho de las credenciales profesionales de la empresa adjudicataria. Al final y tras más de un año de dimes y diretes, los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento empezaron el año 2014 con buen ánimo y alcanzaron el consenso “por el interés de la ciudad”.

El pasado 13 de enero los tres grupos políticos con representación consensuaron los pilares para que Cotesa pudiera seguir trabajando en el documento de aprobación inicial con el fin de que se pueda llevar al pleno de marzo, cosa que está por ver.

La expansión del Polígono Industrial es otro de los objetivos
La expansión del Polígono Industrial es otro de los objetivos

Falta escuchar las propuestas ahora de las pedanías que son también una parte importante del Plan General de Ordenación Urbana que quieren expandirse de una manera ordenada aunque sin perder su autonomía como pueblo. Cotesa les ha entregado toda la documentación con los requisitos técnicos y normativos con el fin de que cada una de las cuatro pedanías pueda estudiar ahora qué quiere para su pueblo y cómo poder desarrollarlo.

Las fases del Plan

El procedimiento de elaboración y aprobación del PGOU tiene una doble vertiente: por un lado la parte urbanística y por otro la parte ambiental. Ambas facetas tienen marcos normativos diferentes y siguen en ocasiones un curso distinto aunque van de la mano durante la mayor parte del proceso. La parte medioambiental se podría decir que es “más ajena” al propio Ayuntamiento y depende de la administración autonómica.

En la parte urbanística, el arquitecto municipal Fernando Valenzuela ha analizado los pormenores de un Plan que se encuentra ahora en la tercera fase ya que se está desarrollando la primera versión revisada. Atrás quedaron la primera y segunda etapa en la que Cotesa elaboró primero una versión provisional de los documentos de información, análisis y diagnóstico que, posteriormente, en la segunda fase, valoró el Ayuntamiento y estableció las directrices para la elaboración de los documentos de ordenación.

Llegados a este punto, Cotesa elaboró una primera versión del PGOU revisado que estaba integrado por los documentos de información, análisis y diagnóstico, del que forma parte el informe de sostenibilidad ambiental, la memoria vinculante, la normativa, los planos de ordenación, el catálogo y el estudio económico. El siguiente paso, según ha explicado Valenzuela, es que el Ayuntamiento solicite los informes previos para luego someter a Pleno la aprobación inicial.

Pero tras la aprobación inicial quedan muchas piedras en el camino y muchos trámites por resolver. La aprobación inicial implica la suspensión a la hora de otorgar licencias y la apertura del primer periodo de información pública que suele rondar los dos meses. Durante este periodo se estudiaran las distintas propuestas y el Ayuntamiento tendrá que dar respuesta motivada tanto a los informes previos como a las observaciones y alegaciones “urbanísticas” y “medioambientales” presentadas por la ciudadanía.

Llegados a este punto se desarrollará la memoria medio ambiental y será el Consistorio el que decidirá los cambios a realizar en el PGOU a la vista de los informes previos y el resultado de la información pública. Si los cambios implican una “alteración sustancial” será necesaria una segunda información pública. Tras todos estos procesos, Cotesa elaborará la segunda versión del PGOU revisado que tendrá que volver a pasar por la aprobación provisional del Pleno.

El Ayuntamiento quiere conseguir una ciudad armónica y cerrada
El Ayuntamiento quiere conseguir una ciudad armónica y cerrada

A partir de ese momento, el Ayuntamiento remite a la Comisión Territorial de Urbanismo el documento aprobado provisionalmente solicitando la aprobación definitiva. Será esta comisión la que decidirá si deniega la aprobación o la aprueba con condiciones y, si esto ocurre, el Ayuntamiento deberá elaborar un documento refundido. Llegamos al final de todo este largo y farragoso proceso con la notificación y publicación definitiva del PGOU y su entrada en vigor.

Lo que sabemos hasta el momento 

La información sobre el desarrollo urbanístico de Astorga va saliendo a luz muy paulatinamente fundamentalmente porque todo sigue en el aire y no hay nada sobre la mesa a falta del documento de aprobación inicial que tendrá que pasar por el pleno y luego por la Junta de Castilla y León. Lo que sí sabemos es que el Plan no será expansivo y que tratará de armonizar y cerrar la ciudad en aquellos puntos no urbanizados.

En esta situación se encuentran zonas como el entorno de la estación, la zona entre Cosamai y la N-VI o algunas áreas de los barrios de San Andrés y Santa Clara. Este nuevo documento pretende estructurar el crecimiento a través de la ampliación del Polígono Industrial, la integración de los barrios extramuros, teniendo siempre en cuenta las zonas de inundabilidad del Jerga y el Tuerto, y que la ciudad pueda llegar a crecer hasta los 18.000 o 20.000 habitantes. Otro aspecto fundamental es la defensa del Patrimonio, donde juega un papel fundamental la muralla ya que se quiere, a largo plazo, eliminar las viviendas adheridas a ella.

El Plan no establece demasiados cambios en cuanto a los metros cuadrados de suelo rústico de Astorga aunque sí en el régimen de uso porque la ley contempla categorías nuevas y distintas a las del documento anterior de 1985. También dentro del Plan General de Ordenación Urbana no se contempla que el aparcamiento de la Plaza de los Marqueses se convierta en zona naranja como solicitó en su día la empresa adjudicataria del servicio de la ORA.

Más allá del urbanismo

Está claro que el Plan General de Ordenación Urbana va más allá del propio urbanismo y se convierte también en un elemento político a pesar del consenso que reinó y la última reunión PSOE, PP y PAL. Los tres grupos políticos se han propuesto trabajar conjuntamente “por el bien de la ciudad” y para garantizar su futuro.

La alcaldesa de Astorga, Victorina Alonso, se muestra muy esperanzada y confiada en que el PGOU saldrá adelante en esta legislatura y “trabajarán para que así sea”. “Si no pudiera ser así, al menos que el avance realizado sea el mejor posible para la ciudad porque nosotros estamos de paso y lo único que queremos es que la ciudad sea lo mejor posible para los que estamos y los que vendrán”.

Alonso se ha mostrado muy satisfecha porque se ha retomado la unanimidad de los grupos respecto a las decisiones ya que, después de las reuniones mensuales realizadas durante un año, se produjo el desencuentro. El equipo de gobierno siempre ha apostado por la información, cuánta más información se dé a los ciudadanos “mejor” porque tiene que ser el plan de todos.

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La alcaldesa también ha explicado que el PGOU está sometido a la normativa nacional y autonómica y que, por tanto, en muchas ocasiones “no podemos hacer todo lo que nos gustaría”. Lo que sí tienen claro y en lo que insisten es en el crecimiento sostenible, la integración de los barrios, una ciudad transitable pero industrial y la defensa del patrimonio y el Ayuntamiento tiene puesta toda su confianza en Cotesa, “una empresa joven, con muchas ideas y que conoce las dificultades sobre el terreno”.

Jacinto Bardal, portavoz del Grupo Popular, considera que al Plan le queda mucho trabajo por delante y que la aprobación definitiva no llegará en esta legislatura. La aprobación inicial, según Bardal, puede llegar en unos meses pero no en marzo como manifestó la alcaldesa ya que hay que tener en cuenta a los pedáneos y sus aportaciones. “Estamos a la espera de que Cotesa le dé forma a nuestras aportaciones de la última reunión y luego las aportaciones de los pedáneos por lo que el proceso será largo”.

El portavoz del PAL, Pablo Peyuca, es también escéptico respecto a que este plan pueda ver la luz en esta legislatura. Los leonesistas siempre han mostrado “su mano tendida y sus votos” para poder sacarlo adelante aunque nunca han sido partidarios de las reuniones asamblearias sino de trabajo. Para Peyuca los técnicos “tienen la desgracia” de tener que convencer a los políticos y cree firmemente que si los políticos “no pintáramos nada” se sacaría adelante el mejor plan y más rápido.

Además Peyuca ha insistido en que el PGOU “no es la panacea” sino una previsión del posible crecimiento de la ciudad y “simplemente tenemos que estar preparados para el futuro”. El portavoz ha insistido en que los planes de urbanismo vienen muy atados por la legislación, algo positivo para evitar los abusos de poder, y “que no hay que confundir a la población”.

Lo que parece claro es que el PGOU es algo complejo ya que interfieren en él muchos factores y se trata del futuro de la ciudad para los próximos años. La cosa avanza despacio y está por ver si se convierte en realidad en esta legislatura.

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