Tras muchos años escribiendo sobre divulgación científica elemental, a veces ya no se que decir, no porque no haya temas, si no porque debería seguir estudiando continuamente y mi etapa estudiantil acabó hace muchas décadas. Pero felizmente, se da la circunstancia de que a menudo cualquier detalle insignificante en principio; me sirve para preparar algún artículo. Este es el caso de un curioso reloj de sol ubicado en la iglesia de Villanueva de Valdueza.
Mi amigo Manuel Ángel Parra Martínez, que por lo que veo recorre todos los rincones del Bierzo, me informó de su existencia y de que por lo visto lo consideran,…¡¡un reloj de luna¡¡. Al ver en “Facebook” las imágenes me percaté de que ese reloj ya lo había visto yo (posiblemente) en alguno de mis libros y que desde luego la “pinta”, no era la de un reloj de luna si no de sol. En efecto nada más mirar un relativamente viejo libro que tengo lo localicé.
El libro en cuestión se titula RELOJES DE SOL EN LEON y se publicó en el año 1997 (Caja España). Sus autores son Nicolás Miñambres y Luis Lorente Aragón. A este último lo conozco desde hace muchos años y sé que es un experto en relojes de sol. En este libro aparece una foto, un dibujo y varios datos más sobre este reloj. Es un reloj de sol de los llamados meridianos, porque para que funcione correctamente su cuadrante ha de estar ubicado rigurosamente en un plano vertical y orientado exactamente en dirección Norte-Sur, es decir en el que es el plano que contiene al meridiano local, en este caso al meridiano que discurre por el reloj.
Supongo (no lo he visto sobre el terreno), que el gnomon del reloj está correctamente construido y orientado en el espacio y supongo que el cuadrante también está orientado correctamente y también que sus líneas horarias están correctamente trazadas. Entiendo que estará orientado mirando al Este (como estaba según el libro citado antes de 1997). Si todo es así este reloj indicará hora solar verdadera, pero sólo antes del mediodía solar verdadero. Dada la longitud geográfica de la Iglesia de Villanueva de Valdueza ( 6º 35´ 2,53” al O. de Greenwich según el SIGPAC actual) el mediodía solar verdadero en este pueblo, tiene lugar en verano a las 12 horas más 26,33 minutos a los que hay que sumar o restar el valor de la ecuación del tiempo ( es diferente cada día) y mas dos horas ( en invierno sólo una).
He consultado asimismo un voluminoso libro de relojes de sol (“Diseño y construcción de relojes de sol y de luna”), del Dr. Ingeniero de Caminos D. Rafael Soler Gayá (año 1997), que posiblemente sea uno de los libros publicados en España, más importante sobre este asunto. En el mismo nada he visto sobre este reloj de Villanueva de Valdueza, pero si se describen otros similares a este, es decir cuadrantes meridianos.
Al redactar este artículo analicé una vez más los datos del libro de Luis Lorente Aragón y he visto que en él mismo aparece la fotografía de otro reloj de sol de Villanueva de Valdueza. En este caso es un cuadrante orto-meridiano que debería estar lógicamente mirando exactamente al Sur. Comparando los números de uno y otro y más detalles, da la impresión de que ambos son del mismo autor y de la misma fecha que sería el año 1692 (figura en el orto-meridiano).
En conclusión cabe señalar que en Villanueva de Valdueza, ninguno de los dos relojes conocidos es un reloj de luna. Los dos citados son relojes de sol similares a otros muchos existentes en España y en el resto del Mundo. No obstante si he de señalar (se deduce de lo ya expuesto), que existen relojes de luna. D. Rafael Soler Gayá habla de ellos (brevemente eso si) en su libro. Como mis conocimientos de relojes de luna son prácticamente nulos (nunca me he preocupado seriamente de su estudio), poco mas puedo decir de los mismos. No obstante desde luego los que he visto en fotografía, no se parecen para nada a los Villanueva de Valdueza.
Para no dejar ningún cabo suelto puntualizo que asimismo existen relojes de estrellas. El “giro de la bóveda celeste” durante la noche, sirve asimismo para saber la hora y medir el paso del tiempo. Sobre este tema publiqué en “El Bierzo Digital” hace escasos meses (abril 2020), un artículo.
El estudio y construcción de relojes de sol, de luna o de estrellas; es muy interesante porque requiere una serie de conocimientos que aún en plano siglo XXI, siguen siendo dominados sólo por una minoría de personas. El gran problema que tienen, (sobre todo los relojes de sol), es que la hora oficial es decir la que usamos en la vida cotidiana en tiempos modernos, no coincide ni mucho menos con la hora solar verdadera. Es posible no obstante insertar a los relojes de sol de toda la historia una sencilla tabla o gráfico que permite comprobar de modo bastante aceptable la equivalencia entre la hora solar verdadera y la hora oficial. Los mineros relojeros del Bierzo lo hacíamos a menudo. También hay programas o aplicaciones en teléfonos móviles que permiten saber en todo momento la hora solar verdadera.
Es posible asimismo diseñar y construir (gracias sobre todo a los más o menos modernos ordenadores y sus programas de cálculo y diseño) enormes cuadrantes solares (de centenares de metros cuadrados) que indiquen directamente la hora oficial y lo hagan con una indeterminación que puede superar a los de algunos relojes mecánicos modernos. También se necesita disponer de instrumentos de topografía y sobre todo requieren un trabajo de muchos meses. Yo les llamo parques solares didácticos. En base a mi experiencia personal (Castropodame y Bembibre); diría que para hacer algo decente hay que pensar en un trabajo de un año como mínimo, ejecutado por un director de la obra, que realice todo el trabajo técnico y los cálculos y dos o tres peones albañiles. Añado que la capacidad tecnológica y por tanto la posibilidad de efectuar una obra de esta naturaleza con facilidad y al menos hasta donde yo se, sólo ha sido posible desde hace escasas décadas. Recordemos lo dicho sobre los ordenadores. Requiere entre otras muchas labores el cálculo y replanteo en el terreno, de la posición del Sol verdadero en cientos o incluso miles de instantes repartidos a lo largo del año. Por todo ello si en la Red buscamos imágenes de “parques solares didácticos”; no son muchos los que hallamos. Yo al menos sólo localizo imágenes de Castropodame y Bembibre y en ambos casos son desarrollos incompletos de la idea original.
Desde hace casi 30 años llevo intentando llevar a la practica el proyecto o la idea completa y con nulo éxito hasta ahora. En el libro de J. Luis Lorente Aragón ya figura un plano que corresponde a un proyecto pensado para Castropodame (año 1996) y que contemplaba la realización de tres cuadrantes que ocuparían aproximadamente la mitad de la superficie de un campo de fútbol. Después de casi 30 años, más de un intento y una espantosa y horrorosa cantidad de horas de trabajo, sólo se ha conseguido hacer, como he señalado, una parte mínima de lo proyectado y las posibilidades de ampliar (completar) la obra son prácticamente nulas. Total que el enorme esfuerzo empleado durante años quizá hubiese sido mejor emplearlo en,…plantar lechugas por ejemplo. Así es la vida.
Bembibre 11 de julio de 2020
Rogelio Meléndez Tercero