El arquitecto – restaurador, Javier López-Sastre, acudió al Museo de La Comunal de Val de San Lorenzo, para tratar las actuaciones llevadas a cabo por él junto con Concha Casado a lo largo de dos décadas, auspiciadas por la Consejería de Patrimonio de la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial, en la comarca de La Cabrera.
En palabras del arquitecto-restaurador, “se trata de un paso adelante en el conocimiento de la Cabrera: sus paisajes, y cómo no su arquitectura singular y única”.
Un recorrido por los distintos tipos de construcción y los materiales con que se hicieron: la piedra, la madera, la pizarra y el barro. El ponente fue explicando detalladamente y apoyando con imágenes, la manera de colocar la pizarra, el entramado de madera de los pajares, la colocación de la paja de centeno, así como las divisiones interiores e incluso de fachadas a base de paja, madera y barro.
Actuaciones llevadas a cabo en localidades tanto de Cabrera Alta como Cabrera Baja: Villar del Monte, Ambasaguas, Robledo de Losada, Encinedo y Forna. Todo ello gracias al esfuerzo inagotable de Concha Casado, impulsora de las mismas y motor de la recuperación de La Cabrera. En varias imágenes proyectadas, allí se la veía vigilante para que todo ello se realizara concienzudamente.
Los frutos de la restauración
Pudieron observarse las restauraciones de fachadas de viviendas, como es el caso de la plaza de Villar del Monte que hoy en día lleva el nombre de Concha Casado, así como otras varias repartidas por la localidad, observando sus corredores casi cegados por la madera para evitar el frío e incorporarlos a las propias viviendas. Los hornos, muchos de ellos en el propio corredor. La singular Casa de la Chimenea donde pudimos observar el estado ruinoso de la misma y cómo con el proyecto de López-Sastre se recuperó. Cómo no, el recorrido por los pajares. Se visionó el estado anterior de los mismos, así como las fases de recuperación.
Fraguas, molinos, palomares como los de Robledo de Losada, así como todo un recorrido por la localidad de Forna donde se ha podido crear una visión de la vida de la localidad en tiempos pasados con actuaciones ejemplares.
Una semilla que hay que proteger y difundir (como bien quería la propia Concha Casado) a las generaciones venideras. Dar a conocer todo ello en las escuelas y realizar excursiones para poder comprobar todo lo bueno que se hizo y lo que queda por hacer.
La labor de López-Sastre con sus proyectos de recuperación en Cabrera, sus continuos viajes junto con Concha Casado a Valladolid (Consejería de Patrimonio), así como su vigilancia al pie de las obras, son dignos de elogio.